Por amplísima mayoría la asamblea general de los trabajadores de la Federación Uruguaya de la Salud resolvió aprobar el preacuerdo alcanzado ayer con las empresas, que pone punto final a un conflicto que se extendió por algunos meses
De acuerdo a información aportada a Crónicas, el convenio logrado representa un avance significativo para los trabajadores. “La asamblea emitió un salto muy importante no solamente en materia salarial, sino en condiciones laborales y coronó un conflicto que tuvo como elemento central estratégico, la participación masiva de los trabajadores y trabajadoras de la salud privada”.
El Secretario General de la Federación Uruguaya de la Salud, Jorge Bermúdez, explicó que “el convenio firmado tiene una validez de 24 meses. En relación a la partida salarial variable que cobran los trabajadores y trabajadoras de la salud privada una vez al año, y que asciende a 3,5% del total de la masa salarial generada en el año, exceptuando salario vacacional y aguinaldo, por realizar online los cursos de capacitación que mejoran el rendimiento de los trabajadores, se logró extenderla de manera indefinida, a pesar que estaba previsto que caducara en el año 2020”.
Agregó que “el convenio también incluye correctivos y cláusulas gatillo que se aplicarán en caso de inflación no prevista. Habrá un correctivo a los 18 meses y otro a los 24, al finalizar el convenio. También hay cláusulas específicas en materia de género, de prevención de violencia doméstica, órdenes gratis para trabajadores y trabajadoras que sufran violencia doméstica, días libres para el cuidado de familiares directos –padres, madres, hijos y cónyuges- internados en sanatorios, y la licencia por maternidad. A partir de este convenio las madres trabajadoras se reintegrarán a trabajar cuando sus hijos cumplan los seis meses de vida, mientras tanto usufructuarán la licencia maternal con el 100% de sus salarios, que se compondrá de la partida que otorga el BPS y la diferencia la abonarán las empresas”, concluyó.
Según los sindicalistas “en el acuerdo se prioriza a los trabajadores de ingresos más sumergidos. Aproximadamente el 70% de los salarios de la salud privada se encuentran en esa franja considerada como los salarios más sumergidos, por debajo de los 36 mil pesos. El acuerdo establece que dichos salarios, tendrán ajustes diferenciales, es decir, tratamiento de grupo dinámico, a pesar que el Poder Ejecutivo ubicó a la salud privada en el sector medio. Ese 70% de trabajadores que se incluirá en el sector dinámico, tendrá un ajuste del 8,5% el primer año, mientras que el otro grupo de funcionarios recibirá un 6,5%. El segundo año los aumentos serán de un 8% y 6% respectivamente.
En lo estrictamente salarial, el preacuerdo contiene dos correctivos, uno a los 18 meses y otro al final. Asimismo, a los doce meses hay una cláusula gatillo ante la eventualidad que la inflación se dispare un 8,5%. Por tanto, “no hay manera de que tengamos pérdida salarial” explicó.